La poda de producción sigue al quinto verde o brotación en el campo. Su objetivo es mantener el árbol formado e incrementar la producción generando un máximo de flores apicales.
El pistacho se caracteriza por su brotación apical, por lo que da un aspecto de ramas escapadas. Al término del periodo de brotación, estas ramas se reducen y se bifurcan.
Se trata de abrir el centro del árbol, eliminando las ramas que compiten entre si, pero manteniendo el árbol vestido, es decir, dejar las brotaciones laterales que puedan haberse desarrollado en ramas secundarias y terciarias y que no molesten al cultivo. La poda de producción del pistacho tiende a consistir en unos 20 “golpes” de tijeras por árbol. Se poda para fomentar la brotación del año siguiente, dentro de un orden general de formación. En este sentido, recomendamos que los podadores sean siempre las mismas personas y dejarles unos árboles para que experimenten. Por ejemplo, si un pistacho de 6 o 7 años se poda con sierra dejando solo la mitad de las tres ramas primarias, el próximo año tendrá una gran brotación, pero con muy pocas yemas de flor. Los equipos de poda deben de entender y comprender el comportamiento vegetativo del árbol y su fenómeno de vecería.
KERMAN jóvenes en el 4 verde – Observe que aún están tutorados.
Cuando el árbol tiene 10 u 11 años de edad real (después del séptimo u octavo verde en el campo) empieza a ser vecero. El año con buena cosecha, el árbol tiende a tirar muchas de las yemas de flor del próximo año, durante el mes de julio - agosto. Por consiguiente, en la poda que le sigue hay muy pocas yemas de flor que proteger, y se debe podar fuerte. Ahora bien, lo ideal es cada año revisar – podar todos los árboles y con ello se evitan los desequilibrios.