Hay que disponer de un mapa de fertilidad del suelo y subsuelo de la finca, para así poder explicarse y entender los análisis de tejidos, que han de ser nuestra guía para determinar el plan anual del abonado y del riego.
Se recomienda un análisis foliar de tejidos al año (últimos de julio) (un mes largo antes de la cosecha) y con hojas procedentes de ramitas sin fruto de la base del árbol.
Según los datos de la Universidad de California y nuestra propia experiencia en Torrebesses, los estándares de nutrición, en tejidos de hojas de pistacho, en ramas sin fruto, a primeros de agosto son como sigue:
Síntomas de carencia de zinc.
Los datos de estos análisis de los tejidos de las hojas nos indicarán con precisión el estado de salud del árbol en cuanto a nutrientes, siendo las aportaciones del abonado el ajustado a las necesidades del frutal en las condiciones específicas del medio en que vive.
En Torrebesses hemos tenido, y tenemos, carencias de magnesio, boro, zinc e hierro, que corregimos mediante una aplicación foliar y la fertigación. En terrenos de pH superior a 8 considerar el uso del ácido fosfórico con el riego al objeto de reducir temporalmente por el efecto "tampón".